domingo, 4 de enero de 2009

OPINIÓN-GUILLERO ORTEGA LINARES

HISTORIA DE IBAGUÉ PARA RECORDAR UNA ESTACIÓN QUE DESAPARECE LOS RIELES SE VAN DE IBAGUÉ

Guillermo Ortega Linares
El Espectador
Mayo de 1971
"varias reuniones y mesas redondas han sido realizadas pactándose por menores de la negociación que está por cerrarse"

- Llegan pocos trenes de carga.
Soñoliento, triste, el carretillero habló si esperanza. Recostado a un muro, despreocupado, como en otros mundos, perdido en la inmensa soledad de la estación del ferrocarril en Ibagué….

¡Porque si no estuviera ubicada en el corazón de ella, obstruyéndola, sería un desierto¡ Ni el ruido de los hombres en acción, ni el rechinar del vapor de las locomotoras, menos su campana alegre, ni el tradicional pito, anunciando llegadas y salidas. Nada absolutamente. Los corredores desocupados.

Los rieles mohosos, llenos de orín rodeados de maleza. Tres vagones estacionados. Ni el movimiento de la carga se percibe. De vez en cuando el viento silva entre las hojas de las tres palmeras, sin savia, muriéndose, como hace años se le ha escapado la vida de sus pasajeros al ferrocarril…

TIEMPOS IDOS
Los ibaguereños que vean desde el viejo puentecito su estación se espantan ante la desolación que ofrece. Menos mal que el panorama reverdece en parches por el maíz y las lechugas sembradas entre las paralelas y los muros. Pero recuerdan sus tiempos florecientes:

Cuando llegó la primera locomotora por allá en los años veinte. Entonces el viaje desde Bogotá se hacía en doce horas. El bullicio de los andenes para recibir o despedir familiares, los besos, las lagrimas, las promesas, los recados… el afán de los viajeros, porque no había carretera…

Ahora parece de mentira. En la casa de dos plantas, techo de zinc, en las gruesas paredes dos placas negras: Administración Pedro Nel Ospina, Ministro de Obras Públicas, Laureano Gómez y el homenaje al constructor Tomás Vargas Sicard… Y hay quienes dicen que el mejor recibimiento lo hízole pueblo liberal al General Benjamín Herrera que venía a declarar la guerra civil en la famosa convención del Tolima. Tampoco olvidan los trasnochadores y lectores de los años treinta la llegada de EL ESPECTADOR (vespertino) y el autoferro de medianoche. Y recientemente el griterío, las montoneras agolpándose las gentes allí para recibir reinas, con música y cohetes, o para ver estallar en los aires las canecas de combustible alguna vez que se incendió la bodega…

Ahora es el imperio del silencio. El viejo café esta semivacío, no hay paralelas y los la tráfico. La velocidad de las carreteras ahuyentó a los viajeros. Los maleteros buscaron otro oficio y de tarde en rato un maquinista. ¡La estación morirá definitivamente cincuenta años después Es indudable que al culminar pronto las negociaciones, muchos desaparecerá¡.

FRENO AL PROGRESO
Ibagué creció. Se duplicó la población en los últimos años. Hacia el occidente, sus calles saltaron el río Combeima, por el norte llegaron a los cerros, por el oriente cruzaron los rieles que estorban barrios y casas.

Desde “Santa Helena” a la estación, dos kilómetros, los pasos a nivel indican peligro y las bodegas son freno al progreso urbanístico del céntrico sector. Una edificación sin oficio, corta avenidas, estorba. Aún se mueve carga pesada llegan tres trenes al día. Pronto habrá menos vagones tanques con gasolina porque la Esso anuncia su retiro y el transporte de sus combustibles por automotores.

PREOCUPACIÓN MUNICIPAL
Hace años los alcaldes luchan por levantar los rieles. Alguna vez los vecinos de elegante barrio hicieron minga para ello y pararon en la cárcel. Muchas fueron las idas y venidas negociando. Comisiones, viajes a Bogotá, conferencia con los directivos de los Ferrocarriles, todo fallaba. El municipio no tenía con que comprar ni aquellos cambiaban sus instalaciones de la noche a la mañana por promesas. Ahora el alcalde Isaías Castañeda, anunció: “La inquietud de todas las administraciones, el anhelo popular, de quitar la estación del centro, tiene otra cara. Ya es factible el cambio de terrenos y su instalación en Picaleña porque desde febrero pasado hubo reversión del Ministerio de Defensa al municipio, de las sesenta y cinco hectáreas donde quedará la nueva. Además desaparecieron inconvenientes, trabas: los servicios públicos salieron de la zona urbana y lo más importante la Gerencia General de los Ferrocarriles ha aceptado el traslado y las negociaciones están en buen camino”

TERMINAL DE BUSES
La antigua instalación férrea dará paso a una moderna para la gran terminal terrestre de buses, en la calle 19. La Corporación Nacional del Transporte, financiada por el Fondo Nacional del Ahorro, que según su Gerente el Tolimense Alberto Guarnizo, contará con cuarenta millones para esos terminales, destinará dieciséis para el de Ibagué.

Varias reuniones y mesas redondas han sido realizadas pactándose por menores de la negociación que está para cerrarse. La terminal, la más de ornato, sería central de todas las líneas de buses, que abandonarían los sitios que ocupan en áreas restringidas de la ciudad. Se operaría un programa integrado de carga y pasajeros entre los dos sectores (Ibagué – Picaleña). Habría locales comerciales, restaurantes, bares, negocios. Algo así como “Eldorado” de Ibagué, al decir del abogado Alberto Guarnizo, quien ha puesto su interés al coadyuvar desde su posición oficial a la solución de un viejo problema.

NUEVA AVENIDA
En el trayecto que dejarían libre los rieles irá la avenida del ferrocarril embelleciendo la ciudad. En algunos terrenos cercanos se levantarían bloques familiares. En el sitio de la Esso se construirá el edificio del Sena y con la nueva vía se solucionaría el problema, por costos, de variante Ibagué – Armenia, pues en el proyecto inicial el puente cuesta mucho.

Es indudable que al culminar pronto las negociaciones, muchos tolimenses suspirarán viendo levantar los rieles. Dirán adiós a la vieja estación, pero encontrarán también otras construcciones, un pulmón abierto al tráfico, al crecimiento, al desarrollo y empuje de Ibagué que ya no necesita el ferrocarril en sus calles y porque al tren hace años que lo está matando su progreso…

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